sábado, 26 de abril de 2008

Informe Delors.

Informe Delors.
La educación encierra un tesoro.


Este texto es un informe creado por la comisión internacional sobre la educación para el siglo XXI, la cual es presidida por Jacques Delors, entregado a la UNESCO. “El deseo principal de la comisión es compartir y afirmar a través de este informe su convicción respecto a la función esencial de la educación en el desarrollo continuo de la persona y las sociedades, no como un remedio milagroso, sino como una vía al servicio de un desarrollo humano más armonioso y genuino, para hacer retrocederla pobreza, la exclusión, las incomprensiones, las opresiones, las guerras, etc.”

Para el logro de esto la comisión a considerado 4 pilares de la educación. El primero es aprender a conocer que combinando una cultura general suficientemente amplia con la posibilidad de profundizar los conocimientos en un pequeño número de materias. El segundo aprender a hacer, a fin de adquirir no sólo una calificación profesional sino, mas generalmente, una competencia que capacite al individuo para hacer frente a gran número de situaciones y a trabajar en equipo. El tercero aprender a vivir juntos desarrollando la comprensión del otro y la percepción de las formas de interdependencia realizar proyectos comunes y prepararse para tratar los conflictos- respetando los valores de pluralismo, comprensión mutua y paz. El cuarto aprender a ser para que florezca mejor la propia personalidad y se esté en condiciones de obrar con creciente capacidad de autonomía, de juicio y de responsabilidad personal.


Extraido:http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF

viernes, 4 de abril de 2008

PROPUESTAS SOBRE EDUCACIÓN PARA CHILE.


Debido a los avances en las ciencias, las nuevas tecnologías y la globalización la educación chilena enfrenta nuevos desafíos. Los avances de la educación Chilena en materia de cobertura han sido significativos, pero el desafío hoy día apunta a la calidad de la educación e igualdad de oportunidades y condiciones para todos los niveles sociales de nuestro país, para el logro de esto es necesario destinar más recursos para la educación, mejorando la infraestructura de nuestros establecimientos, entregando más instrumentos de trabajo, capacitando mejor a nuestros docentes, integrando nuevos métodos de enseñanza, mejorando nuestro currículo educacional y terminar con esa odiosa y perjudicial desigualdad de calidad entre la educación pública y la privada, en sus niveles básico y medio, entre otras falencias de nuestro sistema educacional. Creo que todo lo mencionado anteriormente es de suma importancia que lo mejoremos más aun si estamos concientes de que el sistema educacional es el encargado de producir los conocimientos necesarios para incorporar mayor valor agregado a la producción del país y con ello desencadenar el salto al mundo del desarrollo, es aquí donde mi asombro me lleva a la obligación de mencionar en este comentario los altos porcentajes de “analfabetismo funcional” que afecta a más del 50% de la fuerza de trabajo del país, indicador negativamente definitivo en la era del Internet, de la informática y la sociedad del conocimiento, para un país que aspira a crecer significativamente. Es por todo lo anteriormente mencionado que en noviembre del 2004 el Profesor Luis Riveros, Rector de la Universidad de Chile, presentó un documento de discusión y análisis titulado “Situación y Desafíos de la Educación Pública”. Este trabajo constituyó un diagnóstico necesario para incentivar el estudio profundo de este tema de carácter nacional. Esta iniciativa me llamo enormemente la atención porque creo que es muy necesaria y acertada para comenzar paulatinamente a mejorar la calidad de nuestra educación y terminar con la desigualdad de condiciones existente en la educación chilena. Para cambiar todo este panorama negativo el profesor Luis Riveros junto con un grupo de profesionales de la educación han creado 24 propuestas sobre Educación para Chile, abarcando las problemáticas relativas a todo el Sistema Educacional. Dichas propuestas se enmarcan en el diagnóstico que presento el Rector de la Universidad de Chile, y en la necesidad de alcanzar 10 metas estratégicas en educación para el año 2010, que el grupo de trabajo se dedicó a elaborar. Entre estos 10 objetivos a alcanzar para el 2010, los más significativos en mi opinión serian 3. Primero la cobertura de la Educación Prebásica para el 75% de los niños chilenos, tema importante debido a que estos son los primeros años de formación y ambientación de los niños en otro escenario diferente a su casa, donde aprenden a relacionarse con sus pares de forma respetuosa y solidaria. La segunda sería extensión de la Jornada Escolar Completa al 100% de los establecimientos del sistema municipal, creo que esto ayudara a mejorar la formación de los educandos, a que destinen mejor su tiempo y alejarlos de la delincuencia y las drogas. Por último esta el crecimiento a 800.000 estudiantes en la Educación Superior, con un 25% de los mismos en la Educación Técnica Superior (Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica), por que de esta manera mejoraremos la calidad y eficiencia del trabajo en nuestro país, a causa de esto tendremos un país más desarrollado debido a la existencia de más profesionales. Para finalizar mi comentario me serviré de un extracto del documento el cual refleja de buena forma el grito desesperado de nuestra educación, dice así:

“Queda por desear que nuestros líderes políticos junto a todos los ciudadanos, asumamos la responsabilidad y nos pronunciemos sobre estas y otras ideas que requiere nuestra educación para que Chile mire hacia su futuro con confianza y determinación. Para que nuestra educación vuelva a ser, como en el pasado, un motivo de orgullo nacional y un instrumento efectivo del progreso de las personas en una sociedad que avanza con respeto profundo por el ser humano”


http://www.uchile.cl/acerca/rectoria/discursos/24propuestas-educacion.pdf

jueves, 27 de marzo de 2008

EL AMOR A LA PEDAGOGÍA.

El amor a la pedagogía es un estilo educativo, una actitud que todo educador debe encarnar. Su validez es pues extensible tanto a los padres como a los profesores.
El eje fundamental que vértebra el amor a la pedagogía es, obviamente, el amor, porque él constituye uno de los pilares básicos en los que ha de sustentarse la educación, ya que el amor genera un movimiento empático que provoca en el educador la actitud adecuada para comprender los sentimientos del educando y, en cierto modo, prever su comportamiento. Es necesario, pues, reflexionar sobre el amor y analizar sus implicaciones, exigencias o manifestaciones en el proceso educativo, a fin de perfilar algunos de los rasgos más sobresalientes que configuran la pedagogía del amor, sin la pretensión de agotar el tema y como una mera invitación a la reflexión.
El amor a la pedagogía exige reconocer y aceptar al educando tal cual es y no como nos gustaría que fuera, porque sólo conociendo y aceptando sus valores y sus defectos, sus aptitudes y sus carencias propenderemos a potenciar y desarrollar los primeros y a corregir y a enderezar los segundos. Es demasiado frecuente la tendencia de los padres a establecer comparaciones entre los hermanos y de los profesores entre los alumnos. Pero es un error, porque las comparaciones son siempre odiosas y no benefician ni al que es elogiado, porque fomentan en él sentimientos de superioridad y orgullo, ni al que es censurado, porque disminuyen su autoestima. Cada uno es como es y en toda persona hay siempre un acervo de cualidades valiosas. Si le aceptamos, le enseñamos a aceptarse a sí mismo y le demostramos que no le queremos por sus éxitos, sino por él mismo. La aceptación constituye, pues, el punto de partida del proceso educativo. Pero no es suficiente. El amor a la pedagogía exige al educador que reconozca cada uno de los logros del educando y lo felicite por ello, porque su personalidad es inmadura y necesita continuamente del estímulo, del aliento y de la motivación para seguir adelante. De ahí que las burlas y ridiculizaciones y, más aún, las descalificaciones, aunque sean en tono de broma, incrementen su inseguridad, le produzcan malestar y disminuyan su autoestima.
El amor a la pedagogía requiere atención y disponibilidad temporal para escuchar y ayudar al educando a resolver sus problemas y dificultades, por mínimos que puedan parecernos, ya que para él son muy importantes. Diversos factores de la sociedad actual inciden negativamente en la convivencia y reducen las relaciones en la familia. El adolescente pasa las horas junto al televisor y se refugia en su fantasía diurna o en su pandilla para buscar ayuda a sus problemas.
El amor a la pedagogía busca la verdad y la autenticidad y, por ello, sus respuestas son siempre sinceras. Rehúsa la mentira y, bajo ningún pretexto, pide al educando que mienta, porque la mentira enturbia las relaciones y conduce a una pérdida de credibilidad en el educador. Por eso no tiene inconveniente en reconocer sus errores y admitir sus equivocaciones. De este modo, conseguimos que el educando nos valore mejor y se forme una opinión más favorable de nosotros y, al mismo tiempo, le enseñamos a reconocer y admitir sus propias equivocaciones.
El amor a la pedagogía es sereno a la hora de tomar decisiones o de establecer compromisos, pero no vacila a la hora de cumplirlos. El continuo cambio de opinión, la falta de una línea coherente, el decir y no hacer, engendra en el educando inseguridad. Es necesario meditar y tomar las decisiones con serenidad y ejecutarlas con firmeza.